Luego de la lamentable partida de la elefanta «Pelusa», el ejecutivo municipal decidió que las puertas del ex-Zoológico no abrirán sus puertas al público para poder avanzar en la reconversión en un “Bioparque”.
Por decisión de la Comuna, el atractivo turístico acelerará su proceso de reconvención (que había comenzado hace dos años con 80 especímenes que fueron trasladadas a entornos más favorables para su calidad de vida, aunque todavía 450 animales de diversas especies) para otorgarle una impronta autóctona, educativa y conservacionista, cuestión para la que no se establecieron plazos, más que la conformación de una comisión de seguimiento multisectorial para guiar los pasos con el objetivo de un relanzamiento.
Las líneas de acción serán continuar transformando las 17 hectáreas del complejo faunístico y botánico -inaugurado en 1907- en un centro para la preservación, la rehabilitación y la conservación de especies animales y vegetales autóctonas de nuestro país que se encuentren amenazadas de extinción o en estado de vulnerabilidad.