Un área de conservación de 45 hectáreas, con muestras de pastizal pampeano y una variada fauna, con aves, lagartos, cuises, liebres e insectos, propician un inmejorable escenario repleto de senderos y circuitos aeróbicos donde la actividad física y el contacto con la naturaleza se combinan a la perfección.
El parque cuenta además con el Sitio Arqueológico “La Dora”, antiguo puesto de estancia de fines del siglo XIX, y un sector de talleres dedicados a la ecotecnología y la agroecología, donde se puede aprender sobre formas alternativas de producir alimentos.